m@rí@g@stronomí@

m@rí@g@stronomí@; un viaje gastromusical, o musicogastronómico..., o de que por mucho que os cuente, mejor que lo veáis por vosotr@s mism@s:

sábado, 19 de octubre de 2013

Alborada

Esta que os voy a narrar, ha sido la primera experiencia en Alborada para mi golosíalímite y espero, tras la sensación que ha causado en mi espíritu gastronómico y disfrutón; que no sea, para nada, la última.
Debo pararme a describir esta sesión con cierta meticulosidad, puesto que las estrellitas que coloco al final de los post y que, dicho sea de paso, no valoran al negocio en si, si no las experiencias en los mismos; esas estellitas, decía, ¡casi se salen de la pantalla!
Dicho de otra manera, las calificaciones son un hilo de comunicación entre mis toscas e imprecisas palabras y la comprensión que l@s lectores/as podréis tener sobre lo mucho que he gozado de lo que ofrecen al público, las casas gastronómicas aquí descritas, .
Un local nuevo, "caro", en una zona privilegiada con vistas a la ría, al mar , a nuestras bellas costas... vestido de maravilla de arriba abajo, con vistas a la amplia cocina, con un personal de sala tan megaprofesional que roza en lo marciano (de hecho su uniforme me recordó a los trajes de la tripulación del Enter Prise) y una bodega  E X C E P C I O N A L, harán pensar al lector que todavía no haya pisado esta casa, que sólo resta una cocina sólida para tocar el cielo.
Pues he de decir, que la tienen. Empezando por el mejor pan que he zampado en un restaurante. Me habré comido, probablemente, algunos -pocos, muy pocos- igual de buenos; pero nunca mejores. Creo recordar que el día de mi visita disponían tres tipos de pan elaborados en su cocina, pero yo sólo probé uno que incorporaba una mezcla de harinas y que pegaba unos leñazos de masa madre, poco menos que orgásmicos. Con una consistencia perfecta y un aroma por el que ya  habría que pagar para no tener cargo de conciencia alguno...
Creo que ya se ha comprendido que el pan no me ha disgustado precisamente y la mayoría de casas que no cuidan ese apartado ya comenzarán a sentirse mal tras haber leído esto; así que hablaré un poco del resto de manjares.

Comenzamos las viandas con unos berberechos a cuenta de la casa. Frescos, sabrosos, parecía que no habían recibido calor de ningún tipo, para haber sido abiertos... Siguió la fiesta con unas tostas de anchoas de primerísima y remató la parte salada con uno de los mejores tártaros de carne que acariciaron mi paladar.
Con razón se ha visto el steak tartare del Alborada en algún ranking de los 10 mejores de España.

Berberechos en escabeche ligero y emulsión de escabeche.
Anchoa del Cantábrico, queso del país y emulsión de pimientos
-"En cuanto al steak tartare; ¿Tolera el picante, o prefiere prescindir del mismo?"
-Al gusto del chef, por favor.
Detalles...
Las sensaciones que percibía en mesa, con el excelso trato que recibí, mientras disfrutaba del trabajo de un@s jóvenes profesionales eran de esas que hacen que te fundas con el propio local y logran hacerte sentir un ser afortunad@. 
Steak tartare de solomillo de ternera.
Remató la fiesta por todo lo alto, con un postre que me permitió seguir bebiendo vino, pese a que a much@s les parecerá un sacrilegio. Café de primera y pettits fours caseros, mecieron mis sentidos durante los últimos instantes de placer en los que permanecí en mi mesa . 
Chocolates y frambuesas

En cuanto al vino, tras las miles de dudas que me asaltaban mientras leía una carta cargada de referencias apetecibles, opté por uno de mis clásicos; el Martinet Bru. Adoro los vinos de esa zona -lease y colindantes- y de lo único que tenía claro es que, aún a pesar del hermoso día de verano que había escogido para pasarme por el Alborada; me apetecía un tinto. Asi que escogí el Martinet Bru '09. Garnacha y Syrah del Priorat, de Mas Martinet Viticultors -Josep Lluis Pérez-, con una prolongada crianza y con un precio final admirable.

Visto esto, sólo me resta decir que el servicio del vino ha sido perfecto. Una lección.
Y, hablando de lecciones; eso es lo que dispensa el sr. Simon Philips en cada canción. Maestro de maestros; de esos que se cuentan con los dedos de las manos, este británico lleva años maravillando a los aficionados al mundo de las baquetas con sus piruetas rítmicas y un saber estar que ni se enseña ni se aprende. Ahí os dejo en compañía de un, a su vez bien acompañado, dueño y señor del tiempo. No es broma; más allá de las piruetas sonoras habituales, si observáis este vídeo con atención; veréis como Simón es capaz de detener el tiempo y volver activarlo, como si de un pestañeo se tratase.  


COCINA:  *****
SERVICIO:*****
LOCAL:   *****
BODEGA:  *****
PRECIO:  ***

TOTAL: 23 de 25

8 comentarios:

  1. Perdona Toni, ahora incorporo enlace en el nombre del local.

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  2. Bueno, parece que A Coruña vuelve a ganar enteros para las visitas gastronómicas a Galicia, me gusta. Gracias por la pista, María.

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  3. De nada Jorge. He de decirte, eso si, que hablamos de un galardonado de la Miguelín que poco tiene que ver con muchos de los negocios familiares -no tomes esta palabra al pie de la letra- que nos suelen apasionar. De todos modos, mi experiencia, ha sido la narrada y tiene mucho que ofrecer incluso dentro de ese nivel.

    Un saludo.

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  4. Suena fantástico todo.
    Habrá que apuntarlo para cuando me suba a las Galicias.

    Musicalmente, llevo todo el día con Marillion y Fish :)

    Saludos.

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  5. Hola Smiorgan; buen grupo los Marillion y mejor con Fish. Eso si, este último en solitario, nunca me ha convencido.

    En el Alborada lo pasarás de vicio sólo con la peaso bodega de la que disponen a día de hoy.

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Yo sólo escucho a Marillion con Fish. Es una chiquillada, pero el otro me parece un "intruso".
      Tengo tres discos de Fish, y son buenos, pero les falta algo. El mejor el primero, que obviamente es el más Marillion.
      Saludos.

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