m@rí@g@stronomí@

m@rí@g@stronomí@; un viaje gastromusical, o musicogastronómico..., o de que por mucho que os cuente, mejor que lo veáis por vosotr@s mism@s:

lunes, 24 de septiembre de 2012

A Tafona

He elegido esta casa para mi estreno, pues creo que reune todas las condiciones para que dicho estreno, sea por todo lo alto. Quizás no sea un rincón gastronómico de los más conocidos de Galicia -de donde yo soy-, aunque está fuera de toda duda, que su oferta es insuperable y que está dirigida por maestros de experiencia y valía, de sobras contrastada:
Nacho Tierno y Lucía Freitas; si ¡una chica al frente de un gran negocio!, ¿será que por eso me ha caído tan bien?. El caso es que si a muchos os suenan, es por que han sido finalistas, o ganadores de algún que otro importante concurso de tapas. 
 
Me gustaría dejar claro mi predilección por los negocios que posean cierto encanto y cae de cajón, que un restaurante con encanto, ha de estar provisto de un equipo encantador y el chico que atiende en sala, desde luego que lo es. Aparte de un, a mi entender, buen profesional.
Además de la atención, también la decoración y el espacio en si, me parecen de lo más acertado y agradable, fundiéndose a la perfección con su entorno.
Pese a que el comedor principal sea un espacio demasiado abierto para mi gusto, me he sentido bien en todo momento.  Si bien es cierto que Santiago de Compistola :-) es una de mis ciudades favoritas y todo está envuelto con un amigable velo de calidez, también es cierto que el acogimiento que he recibido en este negocio, transforma esa sensación en algo más palpable.  No me atrae la frialdad de los pocos sitios de supuesta fama que ha tenido oportunidad de disfrutar y en los que se olvidan de detalles tan importantes, como el de regalar a los clientes un fondo musical apropiado. Reconozco que prefiero huir de lo aséptico, de lo impersonal y del pijerío excusado en bobadas modernillas. Ya se, ya se; empiezo dando guerra, pero así me vais conociendo.

Pese a que la carta incorpora un montón de delicias de lo más llamativas, opté por su extenso y atractivo también en el precio, menú degustación. A ver que os parece:

PAN: Este apartado, recibe en esta casa el mimo y la importancia que merece. El olor a cereal, la textura de su miga, sencillamente para comer sólo. Además ponen a disposición del cliente un pan de millo (borona) con pasas, de elaboración propia. 

APERITIVOS:
Unos grisines de cebolla, para untar en un paté de pimientos espectacular. El paté tenía una punzada de picor de lo más adictiva, aunque de algún modo, resultaba suave. Daría un brazo por saber como llevarlo a cabo en mi cocina.







Capuccino de colinabo e Idiazábal. Increíble aroma que desprendía y no menos increíble sabor. Un entrante reconfortante que predispone a continuar disfrutando de un largo menú.



ENTRANTES:
Foie con moscatel, brevas y helado de hoja de higuera. Ese helado fue de lo más sorprendente y grato en creaciones de ese tipo que haya probado. Lo que no me acabó de convencer, fue la frialdad del plato. Que nadie me entienda mal, estaba bueno, pero me pareció algo frío tras el cálido recibimiento que había supuesto el plato anterior.





Vieira con chorizo; que es como mezclar un ángel con un diablo y el resultado es -sin perdón- orgásmico. Un plato fino donde los hubiere, con un toque de trufa de lo más granuja. 







 
Ravilolli de marisco con cebolleta, hinojo y perifollo. No tengo palabras para este regalo divino para la pituitaria (podría pasarme un buen rato, sólo con olerlo) y el paladar. Me emociono sólo con el recuerdo. 

Probablemente ha sido el plato que más me ha gustado del menú, aunque cuesta elegir...


PRINCIPALES: 
Bonito con verduritas, frambuesas y gazpacho de fresas. Me encanta el pescado azul y esa guarnición tenía vida propia. Mucho sabor y mucha personalidad; estos muchachos no tienen rival.









Cordero lechal con ajos asados. Lo siento por los vegetarianos, pero este corderito no ha muerto en vano. Sublime, tanto la carne, como la guarnición. 







POSTRES:
Souflee de cítricos y calabaza. ¡Que limpieza!, ni enjuagándome con mister proper... ;-) Si os fijáis en la foto, os daréis cuenta de que mi golosía no tiene límites, por que ya había comenzado :-). El caso es que soy fan del merengue, pero fan hasta la médula.
Cheescake; creo  no puede existir una tarta de queso mejor en el mundo y si es así, yo no la he probado. Sólo por la galleta merece la pena derramar un lagrimita. Prodigioso postre, como prodigiosa será la técnica para elaborarlo; una pasada.

Como padezco una inevitable adicción chocolatera, aún a riesgo de estoupar; probé los exquisitos detalles que acompañaban al café (buenísimo). 
Durante la comida, acompañé los platos de un exquisito 4 Kilos; un tinto de Baleares, expresivo, complejo; pero fresco sabroso y equilibrado. Me encantó especialmente, para el bonito con frambuesas.

Me gustaría acabar con una recomendación, para quienes prefieran disfrutar de mayor intimidad y tranquilidad; en A Tafona disponen de un hermoso comedor, aparte del principal. Supongo que si lo avisáis a la hora de reservar, no habrá problema en que podáis disfrutar del mismo.
En fin; ahora ya sabéis por que esta Casa de Xantares, es uno de mis rincones favoritos.
Espero que el viaje no se os haya hecho, demasiado largo y os animo a compatir vuestras impresiones. Cualquier comentario realizado de modo constructivo será bienvenido.

Me ha costado aprender a subir vídeos, pero me parece que algo de ruido sería aparte de un buen final, una declaración de intenciones por mi parte mupsicópata. Este temazo de Nina Simone, sonó durante los inolvidables momentos que sucedieron mientras degustaba las exquisiteces de arriba.

Restaurante A Tafona

Virxe da Cerca, Nº7, baixo
15703 Santiago de Compostela
Teléfono, 981 562 31



COCINA: ****1/2SERVICIO: ****1/2
LOCAL: ****
BODEGA:***
PRECIO: *****


Total 21 de 25

3 comentarios:

  1. María un saludo, muchas gracias por ponerme en tu blog rol en cuanto llegue a casa te pongo en el mío
    Me ha gustado tu entrada, no conozco este restaurante me lo apunto para cuando valla por allí
    Yo siempre pregunto por los vinos, que tomaste????
    Nos leemos

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  2. Acabo de leer lo del 4 kilos yo y mi manía de leer en diagonal :) ya me iras conociendo
    Por cierto no le conozco a ver si le encuentro por aquí

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  3. Hola Ankabri, ¡que bueno verte por aquí! Ese 4 K. es algo para dejar años en botella. El mío tenía alrededor de 8 años -no me acuerdo, chico y eso que suelo ser implacable para las añadas- y todavía podría mejorar si estuviese perfectamente conservado.

    Por cierto A Tafona en una CasadeXantares, que se podría calificar de GRAN restaurante y los precios, dentro de ese nivel, son imbatibles.

    Un saludín ;-)

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