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m@rí@g@stronomí@; un viaje gastromusical, o musicogastronómico..., o de que por mucho que os cuente, mejor que lo veáis por vosotr@s mism@s:

martes, 27 de agosto de 2013

Restaurante Coral.

Dado lo complicado de encontrar restaurantes, en los que sea posible gozar de una velada gastronómica un lunes; días atrás, elaboré un listado con locales que permanecen abiertos el primer día de la semana. 
Son pocos, muy pocos y todavía menos los que abren la jornada completa. A finales de este mes de agosto, la lista se acortó considerablemente para quienes, como yo, tuviesen la ciudad herculina como objetivo. 
Quería probar un steak tartare que se halla en  listados, dentro de los 10 mejores de España. Lo hacen en el Alborada, pero lamentablemente estaba cerrado por descanso vacacional  y no pudo ser.
Otro steak tartare legendario en A Coruña, es el del Coral; así que allá me fui a conocer este clásico de la restauración coruñesa. 
Lo de referirme a el local como “clásico”, podría extenderse a su servicio, platos, bodega…  No me disgusta para nada ese adjetivo, pese a que en ocasiones se utilice de modo peyorativo; pero mejor veamos que ha dado de si esta experiencia…
El Coral está ubicado en plena avda. da Mariña, casi enfrente al edificio de Correos, en uno de los enclaves más bellos y comerciales de la ciudad. Dispone de una pequeña barra a su entrada y al final de la misma, me aguardaba un camarero enfundado en un traje clásico, que saluda a los comensales y los acompaña a una mesa situada en una sala con una decoración de corte clásico y armada con un menaje clásico –este último “clásico” ya no está del todo bienintencionado-.
Trato de correcto a muy agradable, dependiendo del personal que te toque –como en casi todos los locales- y cartas con demasiadas ofertas en el terreno de los sólidos. En cuanto a la bodega, se halla plagada de… …clásicos; como no. Muchos de ellos, eso si; del todo deseables.

Mi menú consistió en un penoso carpaccio de atún rojo de almadrabao eso rezaba el título- y un glorioso steack taratre de rubia gallega, preparado ante mis propias narices. Al modo clásico, estupendamente clásico.
Unas tostitas de queso a cuenta de la casa.
Del primero de ellos, sólo dejaré una triste foto, pues tampoco merece la pena más esfuerzo y mi manifiesto arrepentimiento por no haber escogido los huevos con jamón ibérico. Yo, que me jacto de saber escoger…
Ni entiendo el queso, ni tremendo sangracho, ocupando más que el resto del lomo...
En cuanto al plato principal, he probado algunos steaks que me han gustado más, pero no muchos y en ninguna otra ocasión he tenido el placer de ver su preparación. Picado a cuchillo, aunque menos menudo de lo que me hubiese gustado, haciendo gala de una buena cantidad y con un aliño sustancioso.



Cumplió el apartado de los postres, en parte gracias al acierto del camarero, que aconsejó dos medias raciones. Rica la tarta de queso y arándanos y  e x q u i s i t a  la tatin de manzana.


Para beber, dispuse de un FATHER 1943 de Crego&Monaguillo. Buen vino, aunque no tan exageradamente bueno, como se puede leer en otros  foros. Estamos hablando de un tinto de Monterrei a base de Mencía (en torno al 80%) y Arauxa (Tempranillo), con una crianza en tonelería gabacha que ronda los 6 meses. Es un vino con una amplitud e integración destacables, pero que no me acaba de matar al nivel de otros vinos gallegos como los Algueira, los de Dominio do Bibei, el 30 copelos de Lagar do Meréns... Una elección aconsejable, de todos modos.

No ha estado mal, pero habrá que seguir in-ves-ti-gan-do...
COCINA:   ***
SERVICIO: **** 
LOCAL:    ***

BODEGA:   ***
 
PRECIO:   **1/2

TOTAL: 15,5

6 comentarios:

  1. No se yo María, no veo demasiado convencimiento.

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  2. Ay, los lunes, malos días... para casi todos, claro, no para quien descansa justo ese día ¿porque no le queda más remedio?

    Estoy con Daninland en que veo escaso convencimiento. Vale, el plato principal y objeto de la visita, sí, pero no tuvo acompañantes a su nivel salvo la Tatin, creo.

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  3. Bueno, Dani y Jorge; no se que decir. Al primero, que si, que me conoce bien y la experiencia ha podido ser mejor; pero tampoco considero que haya arrepentimiento por la elección del local. Es más, lo recomiendo. Los pescados al horno que salían para otras mesas, tenían una pinta fastuosa. Además, en el expositor tras la barra, he visto algo más que ginebras...

    Por otra parte, entrar en el Coral, ha tenido algo de túnel del tiempo y digo esto en el mejor de los sentidos. Me gusta ver un negocio de hostelería en el que el servicio, no esté, ni mucho menos, por detrás de la cocina. Me parece que existe una lastimosa ignorancia en el colectivo de aficionados, en cuanto a la enorme importancia de este factor en la restauración.

    Se que mi querido DANINLAND, podría poner ejemplos de algunas de sus casas predilectas y experiencias en las que el servicio ha sido y es la clave en el arte de tocar el cielo.

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  4. Sin ir más lejos, la que tengo en portada. Además de mi gran experiencia en un tres estrellas; el Sant Pau, alguna en Pedro Roca, el desaparecido El Mercadito, El Corral del Indianu (su chef se encarga de que el cliente despistado se percate de la importancia de la sala), el Gómez de Arteixo,... por no hablar de mi paraíso El Gaiteiro, o casas en las que el hecho de que el personal de cocina reforzase el servicio, resultó determinante (A Tafona, Casa Marcelo en mi última experiencia...) y muchas más.

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  5. Coincido con Daninland. En mejores plazas has toreado. :-)

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