Se acabó otro abril más y en MaríaGastronomía, le dimos un
hasta la próxima, por todo lo alto. Con el propósito de conocer a fondo esta preciosa casa,
encargamos un menú degustación al chef Alfonso y nos dejamos en manos de Sonia
para los placeres líquidos.
Así, sin prisa, con el sol todavía alumbrando el bello
paraje en el que se sitúa Casa Pendás, se descorchó una botella de Louro do
Bolo. Este vino a base de Godello producido en Valdeorras por el afamado Rafael
Palacios, fue un comienzo rotundo y sin miramientos. Vino de impecable madera que transmite leves
notas de humo; sorprende por su expresividad muy floral, incluso herbáceo y
agrada en boca; aunque he de decir que me ha resultado excesivamente ácido en
algún momento.
A buena parte de la concurrencia le gustó más que el que se
bebería a continuación, del mismo productor y D.O.; As Sortes causó en mi,
todavía mejor sensación. Envolvente, con mayor presencia de fruta, mineral y
con una acidez más compensada; me resultó uno de los blancos gallegos más elegantes
que he probado.
Dejo los tintos para más adelante para ir dejando constancia de
un menú que comenzó con un producto de la huerta y de plena temporada. El
espárrago blanco es un lujo de suavidad y ternura que se presentó en
contrapunto a la potente salsa que lo acompañaba. Además resultó un reto
superado para el Valdeorras, que no se amilanaba tanto como cabría esperar ante
un producto de maridaje imposible, como es el espárrago.
Llegó el turno de la xarda que descansaba sobre un lecho
vegetal y se arropaba con velo de tocino. El plato en si se mostró tan limpio y
sencillo, como desconcertante. Para tratar de hacerme entender, válgame con
decir que su maridaje óptimo se movería entre un tinto con toques herbáceos o
algún Jerez con enjundia.
Continuó el festival con un salpicón de bogavante con huevo
a baja temperatura que resultó ser una sorpresa de suavidad, de sabores nítidos y de
preparación para lo que todavía estaba por llegar.
El foie con queso de A Capela -¡que rico!-con una vinagreta
de pasas, nueces y el contrapunto de acidez de la manzana; probablemente fue el
plato que más adentro me llegó de toda la comida.
Poco puedo decir del mero con jugo de espárragos; el hecho
de que recordara fotografiarlo, cuando ya me había zampado la mitad, habla
mucho de lo sabroso que estaba tanto el pescado como el jugo que lo acompañaba.
Por último, previo al apartado dulce; nos sirvieron una especie de empanada de carne de lo más curiosa. Masa frita, pimiento y cebolla pochaditos y el relleno cárnico en crudo -similar a un tártaro de carne- Quedará este plato para mi memoria, como una de las empanadas de la nueva cocina que más me ha sorprendido. De hecho un bloguero de la comarca, con el que ese día compartimos mesa; mencionó que podría elaborar un ranking la mar de interesante con esas empanadas revisitadas como protagonistas.
Sólo un apunte; más de un@ ha estado de acuerdo conmigo en
cuanto a que sería más acertado haber intercambiado la posición de este plato
dentro del menú, por la del foie.
Hasta aquí los tres pedazo de vinos tintos con los que nos deleitamos fueron por orden de consumo y de oro a bronce; el Yotuel, el Pago de los Capellanes Finca el Nogal, ambos de la D.O. Ribera del Duero y El Puntido D.O.Ca. La Rioja. El 2.006 como añada común y el gusto de degustarlos como placer común. De hecho, creo que cometimos un error con el orden de consumo. ¿La razón?, pues creo que se debe a que el Yotuel resultó tan complejo que despistó sobre él mismo en un principio y sobre sus sucesores después.
En fin, uno de esos caldos que en una primera aproximación, producen temor por la posibilidad de estar cerrado o demasiado evolucionado y luego no dejan de fliparte a cada sorbo.
Tras esto, cayeron dos pedazo vinos que, pese a resultar gozosos, me dejaron recuerdos como una leve falta de acidez en el caso de El Nogal y un exceso de lácteos en el caso de El Puntido. Defecto de mi gusto, más que de los beberes, seguramente...
Si digo que para acabar este festival, todavía nos visitaron las burbujas del país vecino, supongo que nadie tendrá problema con rematar esto con un jazz más complejo que ese Yotuel del que he hablado unos cuantos párrafos más arriba. Return To Forever, supergrupo del jazzrock setentero desconcertó a la audiencia décadas atrás con maravillas como este The Endless Night:
Casa Pendás
Hasta aquí los tres pedazo de vinos tintos con los que nos deleitamos fueron por orden de consumo y de oro a bronce; el Yotuel, el Pago de los Capellanes Finca el Nogal, ambos de la D.O. Ribera del Duero y El Puntido D.O.Ca. La Rioja. El 2.006 como añada común y el gusto de degustarlos como placer común. De hecho, creo que cometimos un error con el orden de consumo. ¿La razón?, pues creo que se debe a que el Yotuel resultó tan complejo que despistó sobre él mismo en un principio y sobre sus sucesores después.
En fin, uno de esos caldos que en una primera aproximación, producen temor por la posibilidad de estar cerrado o demasiado evolucionado y luego no dejan de fliparte a cada sorbo.
Se trata de un vino de muy baja producción
-poco más de 2.000 botellas- producido en Ribera del Duero por Bodegas Gallego Zapatero y sobrepasa el año en madera francesa. El resultado es un vino que agrada en aromas primarios, pero que maravilla en el segundo plano con notas de ahumados, minerales, tostados y un deje a hongos (toques terrosos y trufados). En boca se emsamblan esas sensaciones en una buena estructura que alegra su elegancia con una acidez equilibrada y un toque licoroso.
Comenzamos el apartado dulce con un clásico de la casa; las
cañitas rellenas de crema -con vainilla de verdad- y lo continuamos con una
suave mousse de chocolate blanco y almendras fileteadas, que se escapó al
objetivo de la cámara.
Los cafés llegaron en la dulce compañía de unas tejas
caseras y unas trufas de infarto. El chocolate que no falte.
Si digo que para acabar este festival, todavía nos visitaron las burbujas del país vecino, supongo que nadie tendrá problema con rematar esto con un jazz más complejo que ese Yotuel del que he hablado unos cuantos párrafos más arriba. Return To Forever, supergrupo del jazzrock setentero desconcertó a la audiencia décadas atrás con maravillas como este The Endless Night:
COCINA: ***1/2
SERVICIO: ****1/2
LOCAL: ****1/2
BODEGA:**1/2
PRECIO: ****
TOTAL: 19
LOCAL: ****1/2
BODEGA:**1/2
PRECIO: ****
TOTAL: 19
Muy buena pinta todo. Coincido en que el Louro do Bolo es un excelente vino y sobre todo con gran RCP.
ResponderEliminarSobre lo que has comido y bebido me tengo que fiar de ti -que lo hago- pero sobre la música he de decir que me parece ejemplar por tu buen gusto. Gracias.
ResponderEliminarPedazo de menú y pedazo de maridaje. Ole!
ResponderEliminarYo estoy esperando 3 botellas de El Puntido 2010, ya contaré que tal.
Y musicalmente, RTF fueron muy grandes. En mi caso llevo todo el día con The Pineapple Thief, que tampoco están mal.
Saludos.
Toni, es uno de los grandes vinos gallegos -aunque esté hecho por alguien "de fuera"- que he probado; pero como ya he dicho, me dejó mejor sensación As Sortes... ¡Oye, no me has dicho nada de la selección musical!!!. Será que te ha gustado. ;-D
ResponderEliminarJorge a estas horas y tras haberte escuchado en Placeres Mundanos, sólo puedo decir; que sin merecer tus halagos, me has hecho sentir un orgullo que no tengo pensado disimular. ¡Gracias!
ResponderEliminarSmiorgan, no conozco el grupo, así que lo miro... Queda como deuda hablar de alguno de los champagnes que se han bebido. De todos modos decirte que los vinos fueron más grandes que el maridaje que ofrecían, incluso con ellos mismos; yo lo hubiese hecho de otra manera y posiblemente me hubiese gastado menos.
ResponderEliminarEn fin, que todas mis quejas sean esas ;-)
Hola María,
ResponderEliminarprimero , ya que me estreno en tu casa, felicitarte por el estupendo blog que haces. Los platos están muy bien descritos , y apetece acompañarte a la mesa. A pesar de esos ingredientes tan manidos como el foie y la vieira , que supongo que en Galicia será otra cosa. En cuanto a los vinos , eran vinos que me gustaban hasta no hace mucho, antes de pasarme al lado oscuro de la fuerza. Ahora me gutan poco. Ni siquiera el Louro do Bolo, en las dos veces que lo probé, auqneu por lo que te leo es probable que simplemente no haya acertado. El AS Sortes no lo he probado nunca. No vas desencaminada con los lácteos y la sobremadurez de los tintos, sino ellos. Para mi , son vinos que podrían equivaler a Phil Collins, cuando busco a Howling Wolf aullando blues.
Hola Diletante, está claro que salvando el primero de los tintos, ninguno me ha emocionado y menos teniendo en cuenta su precio. Eso si más vale Phil Collins en mano que cientos de Wayne Shorters volando...
ResponderEliminarDe todas formas he estado probando muchos vinos en diferentes rangos de precios y he topado cositas interesantes; el Godello de Monterrei Terras de Cigarrón, el Alvariño de Abadía da Cova, el Brut de Brut de Recaredo, el Fincas de Algueira -R.Sacra-, el Champagne Camille Savés (vía Coalla), un Mencía Crego e Monaguillo que no me gustó nadita, un Ribera del Duero que seguramente te gustaría; el Entre Palabras y un DELIRIO DE PLACER llamado Abrí las Alas.
También me pareció bastante interesante El Beso, a base de uva Bobal. Con tiempo los hubiese plasmado en un post, pero mientras se bebe no se escribe ;-)
Gracias por tu estreno; nos leemos.
María, pues claro que mereces mis halagos y que puedes estar orgullosa, eso pienso. Te considero una más de esas personas a las que quise representar en el programa, de las que escriben por pasión y afición, con honestidad y coherencia, así que sí, tú también estuviste ayer en el estudio de RNE en Oviedo.
ResponderEliminarY por supuesto, gracias a ti por estas palabras.
Que hecho yo hasta ahora que no había pasado por aquí???
ResponderEliminar¡Hola Mariano!Pues ya sabes por donde andamos. No te será difícil seguirnos; poco tiempo para escribir :-(, pero se hace lo que se puede.
ResponderEliminarNo me gusta mucho este restaurante. Cuando fuimos no nos trataron bien, son bastante antipáticos si les haces alguna observacion sobre la comida.
ResponderEliminarAnónimo; pues con nosotros han sido la mar de amables y eso que hemos opinado libremente.
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