Uno de los últimos caprichos del 2.012.
Tras haberlo pasado a botella gran balón y haber aguardado un oxigenado de unos 15 minutos:
Un amarillo entre dorado y alimonado, dando paso a aromas dulces, flores blancas (azahar), albaricoque, fruta de la pasión (pica pica), repostería y finalmente, ahumados. En boca miel, cítricos, frutos secos, almendra cruda. Siempre equilibrado, persistente y con el punto justo de acidez.
Me quedo de largo con alguna de las botellas del brutal Nora da Neve 2.006, que me he bebido a lo largo de este año; pero ha merecido la pena este viajecillo al extranjero.
PUNTUACIÓN: ****
No dudo de su atractivo, pero yo la riesling siempre paso a buscarla al otro lado del Rhin ;-)
ResponderEliminarHola Jorge, pocas experiencias he tenido yo con la riesling
ResponderEliminar(algunas tremendamente decepcionantes, por cierto) y más en este lado del que hablamos; pero el resultado me ha parecido más elegante que la mayoría de los que he probado.
De todos modos ya ves que la comparación odiosa del post, va a favor de uno de mi tierra; que dicho sea de paso, escasea muchíiisimo y se de quien posee el privilegio de poseer 4 botellucas en su maltrecha bodega. No creo que tardes en verlo comentado en otro blog de tierras más al oriente que nuestras respectivas moradas.