Sucedió de un modo realmente poco glamuroso; con un viaje al contenedor de vidrio. Eso si, a cada botella que deslizaba dentro del depósito verde; aparecían en mi cabeza unas ensoñadoras imágenes, provocadas por el recuerdo de consumir tan nobles caldos. No me quejaré del 2.013, si al final del mismo, se repite la misma secuencia.
Evidentemente, no están -en la imagen- todos los que fueron bebidos, pero si lo fueron todos los que están y es que, aparte de lo cada cual dispone de puertas a fuera, no hay nada tan recomendable, como disfrutar de un buen vino en casa. Básicamente, por que es más económico, más seguro -por eso de evitar tocar el volante-, la selección musical depende de un@ mism@, etc, etc...
Por otra parte, trato de librarme de esa especie de mórbida necesidad que me incita coleccionar botellas vacías en las diferentes estancias de mi hogar. De todos modos, aprovecho para recomendar unos de los vinos más tremendos que os podéis meter entre pecho y espalda. Los sherrys esconden un misticismo que va más allá de lo explicable en las pocas líneas que deseo ofreceros; pero ese amontillado y ese palo cortado de Bodegas Tradición, hacen temblar la validez de "celestial" como un adjetivo válido para acercarse al placer que me provoca su disfrute. También elaboran brandys magníficos, que, por cierto; es mi espirituoso fetiche:
Elvi.net, le hace justicia a uno de ellos en este enlace; por algo será que de un tiempo a esta parte, se ha convertido en mi referente en el terreno que copan los blogs vinícolas.
Mis notas de cata serían una sucesión de suspiros, muecas, onomatopeyas y gemidos, de poco recomendable lectura... Aunque bién pensado; teniendo en cuenta todas esas cosas que suceden simultáneamente a cada trago, puedo expresarlo de otro modo:
"cuando improvisas todas las cosas son esenciales a un tiempo; contenido, matices, el modo de tocarlo, el tema, la dinámica, el riesgo, todo al mismo tiempo. Si no emites un sonido después de eso, ya no lo emitirás nunca"
Keitt Jarreth
Por una delicatessen musical de esta talla, merece la pena haberse tragado la improvisada sarta de bobadas que he soltado ;-)